viernes, 6 de mayo de 2011


"Damas y caballeros"... En cierto modo ese término, está prácticamente en desuso, quizás por tratarse de dos palabras algo anticuadas, pero además creo que también se está perdiendo su uso en otro sentido.

Algunas voces apuntan a que estas dos palabras y su definición, además de estar obsoletas, están consideradas como términos machistas, al hacer tal distinción en lo que cada una de ellas significa.

Yo siempre me he considerado muy reivindicativa con la igualdad de la mujer con respecto al hombre, por supuesto y creo que día a día se están consiguiendo derechos y reconocimientos que hace relativamente poco tiempo eran casi impensables. Con ello también hay que decir que queda mucho camino por recorrer, que la mujer está muy lejos de conseguir esa presunta igualdad, en términos laborales, familiares, sociales, discriminatorios en general… y esa lucha no es solo obligación de ellas, sino de toda la sociedad para llegar a ser iguales como personas.

Por otra parte pienso que nuestras diferencias están y deben seguir estando, porque aunque nuestros derechos sean iguales, no son idénticas nuestras características, ni físicas ni mentales y evidentemente tampoco nuestros comportamientos sociales.

Las definiciones con las que me quedo son estas y que al final son las que dice la RAE:

Dama: F. Mujer noble o distinguida.

Caballero: M. Hombre que se comporta con nobleza y generosidad.

A mi modo de ver, ambos conceptos deberían seguir considerándose dentro del ámbito de la “educación”, otro valor que parece estar perdiéndose en muchos sentidos. Nuestro comportamiento como señoras nos hará elegantes ó finas y no por ello más débiles. La caballerosidad, debe ser una actuación de respeto y atención sin tener que considerarse seres superiores en ningún aspecto.

Me llega a parecer obsesiva esa lucha por tener que cambiar los papeles de ambos sexos continuamente, cuando la riqueza de nuestras relaciones humanas se incrementa en muchos aspectos con esas diferencias. Creo que un comportamiento femenino, cuidando las formas ó mostrando sensibilidad no nos hace en absoluto inferiores. Tampoco me parece nada machista que un hombre te ayude a cargar con un peso excesivo, ni por el hecho de ser galante a la hora de dejarte pasar por una puerta y no porque nosotras no seamos capaces de abrirla precisamente, pero esa caballerosidad es una delicadeza que se presta a los demás, en primer lugar por pura educación, también por costumbre, claro, por atención a la condición de madres que todas llevamos dentro, incluso en el aspecto más arcaico de sentirse protectores y de nuestra menor fuerza física en determinadas ocasiones. Pero tampoco debería molestar esta cortesía en el caso contrario y que fuéramos nosotras quienes cediésemos el paso… por ejemplo.

También es cierto que hay muchas conductas equivocadas o mal enfocadas por parte de algunos hombres que se alejan de la galantería para ser una forma de marcar un territorio y demostrar su fuerza ó su superioridad, pero salvo casos puntuales, donde eso sí se puede llegar a mostrar, también podría identificarse en otros como un grado de atención ó sumisión hacia nosotras…

En fin, yo prefiero quedarme con el lado romántico de todo todo esto, de ese juego que también puede formar parte de la seducción, de la conquista continua, nosotras manteniendo las distancias y la finura mientras ellos intentan conquistarnos con cada detalle haciéndonos más atractivas, más deseadas, mucho mejor consideradas y casi nunca menospreciadas si se hace con estilo y elegancia.

Todas estas conductas no dejan de ser parte de la educación por encima de todo y esos valores, a mi modo de ver, no deberían ni perderse ni malinterpretarse.

¿Qué opinas?

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8 comentarios:

Novicia Dalila dijo...

Estoy completamente de acuerdo contigo... La educación no tiene nada que ver con las reivindicaciones sociales y sin embargo se confunden estos hechos que apuntas con la renuncia a los derechos de cada uno...
El ejemplo que pones de abrir "caballerosamente la puerta"... Yo lo hago con todo el mundo. Con cualquiera con quien vaya a entrar o salir de algún sitio. Es respeto hacia el prójimo y nada más. Si vivimos en sociedad, lo suyo es ser sociable, no??? Así lo entiendo yo.

Un beso, Lydia

maria n. dijo...

creo que esta claro que mucha gente confunde educacion con reivindicacion, pero yo siendo mujer tambien dejo pasar y sujeto la puerta por educacion. no esta reñido ser educado con luchar por la igualdad, igualdad en derechos claro, por que yo me alegro y mucho de no ser igual que un hombre. las diferencias son muchas y quiero que asi siga. pero quiero que mis derechos si sean iguales a los suyos y de momento siguen sin ser asi. las consecuencias de esta confusion son que ademas de ser diferentes a nosotras, algunos ya no se molestan en ser educados con la excusa de no ser machistas y diciendo que no es esto lo que quereis? pues no señores, no es eso, queremos hombres (distintos a nosotras), educados y con nuestros mismos derechos.
un saludo lydia

Manolo Blog dijo...

Lo primero que quisiera resaltar es que me encanta la variedad y, en contraposición, aborrezco el pensamiento único y la uniformidad. Así que Vive la différence!!!

Hombres y mujeres creamos reglas de comportamiento que nos facilitan la coexistencia, la convivencia.... Con el tiempo, estas reglas van cambiando; se actualizan... No sé cómo serán dentro de trescientos años, pero lo que sí sé es que con algunas de ellas, es posible arrancar sonrisas a nuestros congéneres, sean hombres o mujeres, o niños, o ancianos...

Y como siempre, es un placer leer su prosa, Damisela.

Anónimo dijo...

Querida Lydya: sin comentarios... es de esas entradas q da gusto leerlas y no tienen ni pueden tener ningúna letra de más.

Clip dijo...

No puedo mas que manifestarte mi acuerdo con tu planteamiento, existe una obsesión manifiesta en igualar lo no igualable, una cosa son los derechos y otra las deliciosas diferencias que nos atraen con fuerza a los dos géneros.

me gustó mucho tu post (como casi todos)
Un beso

Yemaya dijo...

La educación no está reñida con nada y debería de formar parte de nuestro día a día siempre. Indistintamente siendo hombre o mujer.
Besos y susurros muy dulces

Belén dijo...

Yo soy de las que opinan que no hay palabra maldicha, si no mal interpretada... pero el líneas generales, estoy de acuerdo contigo :)

Besicos

Real Fenix dijo...

concuerdo con todo lo que dices, por suerte tengo el honor de ser considerado un caballero por muchas feminas, amigas mías, la verdad que la galanteria y comportarse de acuerdo a canones de tal, no debería remarcar la diferencia entre generos o pasar a llebar la igualdad que algunos han tomado de mala manera, como por ejemplo no ceder el asiento en el metro solo por ser una mujer joven y que se yo...en fin de acuerdo contigo....saludos.

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