¿Sabes? Me encanta acercarme cada mañana a tu cafetería, no solamente para degustar ese delicioso café que me preparas con tanto esmero… sino que al hacerlo puedo ver de nuevo tus seductores ojos, tu sonrisa, tu galantería y profesionalidad. Me dedico a contemplar ese arte tuyo en cada movimiento por la barra, tus palabras aduladoras y siempre tan correctas. Me gusta mirarte de reojo cuando sirves a otro cliente y como mueves tu cabeza para echar atrás instintivamente ese mechoncillo que te tapa ligeramente el ojo izquierdo… me fijo cómo limpias tus cuidadas manos concienzudamente tras atender a cada cliente. De qué manera andas con cien ojos para controlar todo el bar con presteza y con mimo. Nunca te falta un detalle con cada uno de los que te visitamos: el periódico de Don Ramón, la sonrisa a la joven de las carpetas de colores, los dos azucarillos de ese ejecutivo que siempre lee las páginas económicas del diario, el vaso de agua de la señora que va cargada de bolsas… y naturalmente las frases que me dedicas, siempre tan acertadas... tan ocurrentes. Me pregunto si para todo serás así… y la perversidad o la fantasía me lleva a imaginarte mimándome de otra manera, tumbada sobre mi cama, sintiendo como te acercas para atenderme con ese esmero, soñando como retiras con cuidado mi falda, para dedicarme entre las piernas algo más que tus frases y ver como esos detalles son tus caricias y tus besos sobre mi piel… sobre mi sexo… ¡Ay!, si hay algo que me hace saltar de la cama es ir a tu cafetería a tomarme otro de tus deliciosos y completitos cafés matutinos.miércoles, 30 de junio de 2010
9:40
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¿Sabes? Me encanta acercarme cada mañana a tu cafetería, no solamente para degustar ese delicioso café que me preparas con tanto esmero… sino que al hacerlo puedo ver de nuevo tus seductores ojos, tu sonrisa, tu galantería y profesionalidad. Me dedico a contemplar ese arte tuyo en cada movimiento por la barra, tus palabras aduladoras y siempre tan correctas. Me gusta mirarte de reojo cuando sirves a otro cliente y como mueves tu cabeza para echar atrás instintivamente ese mechoncillo que te tapa ligeramente el ojo izquierdo… me fijo cómo limpias tus cuidadas manos concienzudamente tras atender a cada cliente. De qué manera andas con cien ojos para controlar todo el bar con presteza y con mimo. Nunca te falta un detalle con cada uno de los que te visitamos: el periódico de Don Ramón, la sonrisa a la joven de las carpetas de colores, los dos azucarillos de ese ejecutivo que siempre lee las páginas económicas del diario, el vaso de agua de la señora que va cargada de bolsas… y naturalmente las frases que me dedicas, siempre tan acertadas... tan ocurrentes. Me pregunto si para todo serás así… y la perversidad o la fantasía me lleva a imaginarte mimándome de otra manera, tumbada sobre mi cama, sintiendo como te acercas para atenderme con ese esmero, soñando como retiras con cuidado mi falda, para dedicarme entre las piernas algo más que tus frases y ver como esos detalles son tus caricias y tus besos sobre mi piel… sobre mi sexo… ¡Ay!, si hay algo que me hace saltar de la cama es ir a tu cafetería a tomarme otro de tus deliciosos y completitos cafés matutinos.lunes, 7 de junio de 2010
15:01
26 comments
Miles de veces nos hacemos esta misma pregunta: ¿Erotismo ó pornografía?
Y continuan las preguntas... ¿Que son ambas cosas?, ¿En qué se diferencian?, ¿Son acaso lo mismo?, ¿Se complementan?, ¿Cual me gusta más?
Yo, la verdad, no sabría por cual decidirme, en cual definirme, ni cual es mejor o peor… Supongo que depende de muchas cosas, de cada quién, de cuando, de donde…
Algunos creen que lo pornográfico es lo obsceno, lo más explícito en cuanto al sexo, imágenes y textos directos sobre el acto carnal, mientras que el erotismo pasa por algo menos trivial, mucho más profundo, que sobrepasa la acción directa para interpretar lo sexual como arte, unas veces implícito, otras más directo, pero siempre guardando las formas más subliminales.
Aun así, sigo sin tener clara la frontera, ni tampoco entiendo por qué tengan que estar reñidos ambos términos… y si acaso, ¿Por qué no pueden ser la misma cosa? O al menos, ¿Por qué no una dentro de la otra? Haciendo una comparación, digamos que el erotismo es una buena comida, refinada en un restaurante elegante y la pornografía una merienda divertida a base de bocatas y cerveza… bueno, las dos son comida y apetecen ambas, incluso mezcladas ¿no?
Creo que el erotismo se ha llevado siempre mejores créditos en esta guerra, sin embargo ha jugado con trampas y elegía lo artístico cuando le convenía y otras, tiraba de comodines, amparándose en terrenos de la pornografía que siempre ha ido a las claras... totalmente de legal.
A mí, personalmente, lo erótico y lo porno me van según el estado de ánimo. Precisamente escribiendo relatos, supuestamente eróticos, me gusta unas veces jugar con esa parte efímera y subliminal, mientras que otras me gusta ir directa al grano, decir las cosas por su nombre y con toda la contundencia... ¡totalmente al desnudo!
No sé, no me decido, creo que las etiquetas confunden y sigo pensando que en muchas ocasiones pueden hermanarse ambas cosas con toda tranquilidad y también, ir completamente por separado, pero no ser ni mejor ni peor… ni distintas ni iguales… creo que debe ser cuestión de gusto, de estilo, de calidad y de poder de atracción. ¿Tú que crees?, ¿Cual es para tí la diferencia?
Y continuan las preguntas... ¿Que son ambas cosas?, ¿En qué se diferencian?, ¿Son acaso lo mismo?, ¿Se complementan?, ¿Cual me gusta más?
Yo, la verdad, no sabría por cual decidirme, en cual definirme, ni cual es mejor o peor… Supongo que depende de muchas cosas, de cada quién, de cuando, de donde…
Algunos creen que lo pornográfico es lo obsceno, lo más explícito en cuanto al sexo, imágenes y textos directos sobre el acto carnal, mientras que el erotismo pasa por algo menos trivial, mucho más profundo, que sobrepasa la acción directa para interpretar lo sexual como arte, unas veces implícito, otras más directo, pero siempre guardando las formas más subliminales.
Aun así, sigo sin tener clara la frontera, ni tampoco entiendo por qué tengan que estar reñidos ambos términos… y si acaso, ¿Por qué no pueden ser la misma cosa? O al menos, ¿Por qué no una dentro de la otra? Haciendo una comparación, digamos que el erotismo es una buena comida, refinada en un restaurante elegante y la pornografía una merienda divertida a base de bocatas y cerveza… bueno, las dos son comida y apetecen ambas, incluso mezcladas ¿no?
Creo que el erotismo se ha llevado siempre mejores créditos en esta guerra, sin embargo ha jugado con trampas y elegía lo artístico cuando le convenía y otras, tiraba de comodines, amparándose en terrenos de la pornografía que siempre ha ido a las claras... totalmente de legal.
A mí, personalmente, lo erótico y lo porno me van según el estado de ánimo. Precisamente escribiendo relatos, supuestamente eróticos, me gusta unas veces jugar con esa parte efímera y subliminal, mientras que otras me gusta ir directa al grano, decir las cosas por su nombre y con toda la contundencia... ¡totalmente al desnudo!
No sé, no me decido, creo que las etiquetas confunden y sigo pensando que en muchas ocasiones pueden hermanarse ambas cosas con toda tranquilidad y también, ir completamente por separado, pero no ser ni mejor ni peor… ni distintas ni iguales… creo que debe ser cuestión de gusto, de estilo, de calidad y de poder de atracción. ¿Tú que crees?, ¿Cual es para tí la diferencia?
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