Al fin llegué a la habitación de mi hotel…
La jornada había sido más que dura, visitando un montón de clientes sin conseguir prácticamente nada.
Puse la tele, desconecté el móvil y comencé a desnudarme: Me deshice de mi chaqueta, de mi falda de tubo, de mis zapatos de tacón, de mis medias y de mi ropa interior en un visto y no visto. Anduve un rato desnuda por la habitación, liberándome al fin de tanto estrés y tanto agobio de todo el día.
Me dirigí al baño, dispuesta a meterme en remojo durante al menos un par de horas… o quizás el resto de mi vida… cuando reparé en el enorme espejo que cubría prácticamente toda la pared, justo frente a la bañera. Observé detenidamente mi cuerpo desnudo y sonreí.
Recordé entonces lo que una compañera me comentó alguna vez: Aquella leyenda urbana que decía que tras los espejos de algunos hoteles había otra habitación y alguien podía estar observándonos. Lejos de avergonzarme pensando que aquello pudiera ser cierto, me entraron unas enormes ganas de exhibirme e imaginar que al otro lado de ese gigantesco espejo había varios hombres admirándome… por lo que mi cuerpo empezó a sucumbir de esas presuntas miradas y a exhibir toda la lascivia en unos movimientos sensuales como si les dedicara una erótica danza en exclusiva. Palpé mis pechos moviendo mis caderas, recorrí mis curvas con mis dedos, tras lamerlos, pasé impúdicamente la lengua por mis labios y me masturbé frente al espejo, acercando mi sexo junto al cristal… Fue un acto reflejo, nunca mejor dicho… y además supuso una excitación en todo mi cuerpo que solo me empujaba a seguir y seguir danzando de la forma más sensual y libidinosa del mundo.
Un orgasmo maravilloso me invadió a los pocos minutos imaginándome observada, soñando que al otro lado del espejo, un montón de hombres se masturbaban del mismo modo… mientras mis jadeos se oían en cada rincón de aquel baño.
Aun metida en la bañera, volví a mirar al espejo y sonreí, pensando que seguían observándome. Lancé un besito creyendo que realmente había alguien al otro lado... ¿Por qué no?
Desde ese día, no hay hotel en el que no practique una sesión de exhibicionismo frente al espejo... por si acaso.
Lydia
La jornada había sido más que dura, visitando un montón de clientes sin conseguir prácticamente nada.
Puse la tele, desconecté el móvil y comencé a desnudarme: Me deshice de mi chaqueta, de mi falda de tubo, de mis zapatos de tacón, de mis medias y de mi ropa interior en un visto y no visto. Anduve un rato desnuda por la habitación, liberándome al fin de tanto estrés y tanto agobio de todo el día.
Me dirigí al baño, dispuesta a meterme en remojo durante al menos un par de horas… o quizás el resto de mi vida… cuando reparé en el enorme espejo que cubría prácticamente toda la pared, justo frente a la bañera. Observé detenidamente mi cuerpo desnudo y sonreí.
Recordé entonces lo que una compañera me comentó alguna vez: Aquella leyenda urbana que decía que tras los espejos de algunos hoteles había otra habitación y alguien podía estar observándonos. Lejos de avergonzarme pensando que aquello pudiera ser cierto, me entraron unas enormes ganas de exhibirme e imaginar que al otro lado de ese gigantesco espejo había varios hombres admirándome… por lo que mi cuerpo empezó a sucumbir de esas presuntas miradas y a exhibir toda la lascivia en unos movimientos sensuales como si les dedicara una erótica danza en exclusiva. Palpé mis pechos moviendo mis caderas, recorrí mis curvas con mis dedos, tras lamerlos, pasé impúdicamente la lengua por mis labios y me masturbé frente al espejo, acercando mi sexo junto al cristal… Fue un acto reflejo, nunca mejor dicho… y además supuso una excitación en todo mi cuerpo que solo me empujaba a seguir y seguir danzando de la forma más sensual y libidinosa del mundo.
Un orgasmo maravilloso me invadió a los pocos minutos imaginándome observada, soñando que al otro lado del espejo, un montón de hombres se masturbaban del mismo modo… mientras mis jadeos se oían en cada rincón de aquel baño.
Aun metida en la bañera, volví a mirar al espejo y sonreí, pensando que seguían observándome. Lancé un besito creyendo que realmente había alguien al otro lado... ¿Por qué no?
Desde ese día, no hay hotel en el que no practique una sesión de exhibicionismo frente al espejo... por si acaso.
Lydia
41 comentarios:
Pues es una lástima...yo siempre los miro y no se ve nada..
Es que los espejos tienen un morbo especial, lo mismo que la ventanas abiertas a la hora de dejar volar la imaginación y que las manos marquen surcos de deseo en nuestro cuerpo.
Mmmm, me ha encantado, ahora pensaré en eso al ver un espejo.
Besos y susurros dulces
Ya decía yo que como tanto vale descuento en los hoteles.
Lydia esto se comparte antes ;o)
Besos
Una mezcla de sensaciones que entrecruza la delicia de la autosatisfaccion con el morbo del exhibicionismo. Todo conjugado dan este momento de placer tal vez solitario... tal vez no....
Que sepas que algunas leyendas urbanas son verdad. Un besazo y me alegro de que escribas de nuevo.
Hola Lydia,
Una lástima de energía perdida. La imaginación y la inspiración que no falte.
Saludos
si de verdad igual me ha pasado y por momentos he hecho el amor como un verdadero porno star jaja bueno ayuda no
Chica, qué amable eres que les deleitas a todos los espejos!
Jjajajajaj
Besicos
Más de una vez he hecho justo eso que describes delante del espejo, ya sea del baño u otro a los pies de la cama. Sabes que viajo mucho por trabajo y hage exactamente lo mismo cuando llego a mi habitación. Fuera chaqueta, fuera corbata, fuera ropa y a pasearme un rato desnudo por la habitación...
Al final, vamos a ser almas gemelas, tu y yo.....
Un beso bien fuerte....
La verdad es que jugar delante de un espejo imaginándose que alguien te ve tiene un morbo especial, sí.
Para tener una buena sesion de sexo sola o acompañada un espejo es imprescindible! bueno quien dice uno dice muchos !!!! jaja
yo es que soy media voyeur, pero no se lo digas a nadie :P
Un beso
La imaginación en el sexo, como en todo, es lo más poderoso que tenemos.
Me he imaginado al otro lado del espejo, viéndote... mmmmmm...
Vuelve pronto.
Es tan fácil de imaginar la escena, es tan fácil imaginarme al otro lado del especjo, que casi me sonrojo.
Sonrío.
Gracias por tu comentario, Lydia.
La imaginación es un arma valiosa. Yo diría que el mejor instrumento sexual jamás fabricado. Tan solo hay que saber usarlo (...y es tan fácil). Te felicito por haber hecho tan buen uso de ella.
Un saludo,
Es curioso porque yo he pensado lo mismo pero creo que prefiero que seas tú la que pose Lydia jaja mmmmmordiscos
Me hiciste imaginar una paja colectiva y animal entre unos 7 tipos exitados. :S
Dicen que no es bueno tener espejos en las habitaciones,precisamente por eso, son fuente de reflejos...la imagen mù chula y el relato como siempre estupendo!
De paso te deseo que pases un felìz fin de semana y que disfrutes!
Dulcemente Embrujada.
Pensaba que yo era el único que hacía estas cosas, pero ya veo que no. El sexo hay que vivirlo como venga, con las menos ataduras posibles.
...la imaginación nos puede trasladar a las mas deliciosas sensaciones...
...es tan excitante la fantasía de sentirse observada y tan deseada por más de una mirada...se disfruta la perra que sale a la luz...
El morbo de los espejos es imaginar que no lo son...
Jajaja, Lydia llego hoy de un hotel con un gran espejo!!! Y bueno, nunca había pensado que pudiera haber alguién, si éste era el caso... se ha puesto las botas! Aunque era cosa de dos se habrán divertido, jijiji.
Mira tú, ahora me gustará más los grandes espejos de los hoteles.
Ummmmm
Un besote
...y cuando no estés en disposición de un espejo de hotel ... te presto mi MSN y mi cámara para tu (mi) deleite ;P :O
Y qué me dices esos armarios de espejo enteritos, ahí cabe todo un batallón!
Jajaja, qué morbazo de relato Lydia!
Un besote
Qué gran invento el espejo. Aun sin imaginar nada, ya es suficiente verse, disfrutarse, acariciarse...
aix... los espejos... qué polivalentes...
cuánta sensualidad se esconde detrás de ellos, verdad?
y otras veces... cuánta verdad inconfesable nos escupe a la cara...
besos guapa...
siempre que te leo me recuerdo...
Desde luego ha sido un buen negocio poner espejos traslúcidos en los hoteles ....
besos reflejados !!
En el hotel o en el baño de casa, imaginar que te miran es muy excitante como juego íntimo ( o acompañado...)
Jeje, es el morbo de saber que puede haber alguien observando, una sensación extraña, pero jodidamente excitante...
Mmmmm me encanta tu vena exhibicionista, me gustado tu espejo una jartá ;D
Besazo
No va a haber hotel al que no revise bien los espejos a partir de ahora, jajaja, y si no hay, me quejaré de inmediato.
Un abrazo guapa
Una situación tremendamente morbosa y excitante y muy bien relatada.
Un beso Lydia
La noche del lunes al martes la pasé en un hotel de Zaragoza, e hice exactamente lo mismo que tu...
Además hacía tanto calor en la habitación, que invitaba a desnudarse....
Besos cariñosos......
yo tambien estaba al otro lado del espejo...
Besos.
Hola Lydia..como siempre excelente combinaciòn de historia-relato, con picardia y erotismo. :D
Gracias por estar siempre al pendiente de mi Noche hermosa.
Vale que en realidad cuanto deseo obtener tranquilidad amiga!. Pronto serà asi.
Un abrazo
K fantasia e! y si luego llaman a la puerta? mmm, sería maravilloso.
Unbeso reina
Que bella imaginación tienes Lydia, yo de eso conocia y siempre busco los espejos por si aca. Yo soy exhibicionista y hago lo mismo en los hoteles, pero para proteger a mi diosa cuando juntos me aseguro que no hay camaras o microfonos pues mi bella esposa no lo es!
Gracias por el relato sensual mamichula!
Rafael
he vivido algo parecido... en general, es mi rincón de hotel favorito... largos minutos de soledad bajo la espuma
Desnuda frente al espejo
Hola lydia, interesante tu blog, de alto contenido erótico no pornográfico, porque hay diferencias sutiles, linda.
La descripción de cuando te desnudas es erótica, y centras tu relato en la actualidad cuando citas que desconectastes le moni, ( o entiéndase celular), por cierto ¿de qué país eres?
Si continúas en estilo de erotismo, en linealidad literaria, para luego reforzar la idea con un estilo de voyerismo, en el acto de masturbación y de soñar una fantasía, donde el espejo adquiero un papel preponderante en tu desplante autor-erótico y satisfactorio.
Sin un espejo la vida no tiene sentido
Estas en lo cierto, lástima que no estuviese ese día en ese hotel,jaja, hubiera imaginado lo mismo al otro lado, creo que todo el mundo ha pensado en ello.
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