miércoles, 15 de agosto de 2007

Ni yo misma puedo explicar como empezó todo, pero fue así, de repente, como un suspiro. La reducida habitación de las fotocopias puede no ser el lugar más erótico del mundo, sin embargo él estaba allí y en ese momento no me importó absolutamente nada más. Uní mi cuerpo al suyo por su espalda sintiéndole tan mío… su pecho acariciado por mis dedos, mis labios sobre su cuello y mi mano en su entrepierna. No dijo nada… creo que fue mejor, porque el beso que nos fundió en uno solo dijo todo… lo que ambos deseábamos desde hace tanto tiempo.

7 comentarios:

Anónimo dijo...

jajaja qe maqina qe eres tiA 100 justOs;)
mencantan tus relatOs eeh;)

Lydia dijo...

Gracias a ti Elena, me alegro que te gusten... ah y sí, 100 justitas, jajaja....
Un beso.

Javier dijo...

Hola lydia, me presento: Soy Locutus, no se si me recuerdas de Todo Relatos o de su foro de autores.
He descubierto tu blog y me pasaré por el de vez en cuando.
Saludos desde Asturias

Lydia dijo...

Hola Locutus.
Claro que te recuerdo.
Gracias por visitarme.
Un besazo grande, esta vez desde tu vecina Cantabria.
Lydia

Javier dijo...

Pues si, como ves no trato los "temas" de TR pero me siento orgulloso de tenerlo ahí.

Enhorabuena por el tuyo y espero estemos en contacto.

Saludos

Anónimo dijo...

Qué talento tan especial el tuyo para transmitir tanta pasión, tanto sentimiento, tanto erotismo con tan pocas palabras...

Nunca dejarás de sorprenderme.

Un beso.

Marc.

Anónimo dijo...

Jejejejeje.....una travesura....

Excelente...me encanta como escribes y como logras transmitir...

Saludos

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