sábado, 24 de marzo de 2007

Por Marcos & Lydia

2. EL TÉCNICO

Una vez había finalizado mi primer estudio de comportamiento y los límites a donde yo podía llegar yo misma, preparé estratégicamente el segundo ataque y me decidí por un chico que otras veces ha venido a casa a arreglarme el ordenador y que por cierto es muy atractivo. Yo sé que le gusto y eso me permitiría trabajar con mayor facilidad. Así que agarré el teléfono y le llamé:

- Hola Ramón, ¿puedes venir a mi casa?, tengo mi PC estropeado.

- Claro, dentro de una hora estaré ahí.

Sabía que no iba a tardar en venir, así que me fui preparando. Abrí el armario y empecé a buscar algo para ponerme lo más seductora posible; no encontraba nada, pensaba para mi ¿quizás desnuda?, jajajaja, no , eso sería demasiado, pobrecito Ramón, caería de espaldas al verme abrir la puerta. ¿que tal unos pantalones ajustados de lycra color negro?, no quizás no sirvan para mi propósito. Tal vez un vestidito de tirantes...., no ya sé, me bañaré y me pondré una bata sin nada debajo.... Rápidamente me duché y me puse la bata mas cortita que tengo, así podría trabajar sin problemas en mi "investigación".

Ramón llegó a la hora exacta, él es muy puntual y ordenado (totalmente diferente a mí...). Le abrí la puerta rápidamente para que no se me fuera corriendo y... ahí estaba él, se quedó con la boca abierta cuando me vio. Dejé durante unos segundos que me observara detenidamente y fuese calentándose, pero mi saludo fue no muy cordial para crear una distancia de entrada y no darle pie para que se tirara un lance, por lo menos no hasta que yo lo quisiera...... Pasamos a la habitación en donde tengo mi PC, y le dije que empezara a trabajar mientras yo ordenaba un poco mis cosas....

Tenía poco tiempo para armar mi estrategia ya que mi equipo informático no tenía nada, funcionaba perfectamente, así que empecé de manera agresiva mi estudio, me acerqué hasta la silla donde él estaba sentado le acaricié suavemente el hombre y le pregunté:

- ¿como va todo?

- Bien, bien... - contestó algo nervioso.

Ni bien le di la espalda, me agaché a pocos centímetros de él, con la supuesta intención de recoger algo que había en el suelo y ofreciéndole a Ramón una gran vista de mi culo y la parte posterior de mis muslos, me quedé unos segundos en esa posición, hasta ver que comprobé que él se había percatado de lo que tenia en frente de sus narices......

Nunca voy a olvidar la cara de aquel hombre al verme en una posición en la que él me había imaginado varias veces (según me contó después). Yo supongo que había llegado a ver hasta mi vello púbico ya que mi tanga era tan pequeñita que dejaba ver más de lo deseado.....

Su voz se notaba muy nerviosa cuando me dijo que mi PC estaba perfectamente y que no encontraba nada raro, entonces, apliqué la segunda fase de mi plan que era pedirle que mirase mi conexión a Internet mientras yo tomaba un baño. Después de ducharme me miré en el espejo pensando en como continuar el plan y se me ocurrió sacar una cuchilla del botiquín, con la intención de depilarme las piernas, entonces me dí cuenta que Ramón estaba totalmente embelesado mirando la carpeta de mis favoritos de la red que normalmente son relatos eróticos y fotos algo subidas de tono.

Cuando salí del baño con mi toalla rodeando mi cuerpo mojado noté como él intentaba disimular, pero yo me había dado cuenta, solo que me hice la tonta y me dirigí a mi cuarto como si nada hubiera pasado, solo le dije:

- Voy a depilarme y ahora estoy contigo.

- Perdona - contestó algo apurado - pero no encuentro nada raro en tu PC, ¿estas segura que no va bien?

Me acerqué a él lo suficiente para rozar mi hombro contra el suyo y dejar que oliera mi piel recién perfumada. Me agaché frente a la pantalla y le dije que intentara entrar en una página erótica en la que yo solía entrar, le di la dirección y tras teclearla, la página se fue cargando.

- ¿Te importa que me vaya depilando mientras se carga la web? - le pregunté con una sonrisa en los labios.

- Esto...yo... no, claro... - volvía a contestar más que nervioso.

Me coloqué a su lado y comencé con mi tarea de depilación quedando de perfil a él para poder mostrarle todo lo que yo quería. Puse una de mis piernas sobre la mesa donde tengo el ordenador y poco a poco fui depilando una de mis piernas a muy pocos centímetros de donde se encontraba él. Ramón que ya no encontraba excusas para voltear su cara hacia mi, en cada oportunidad yo le mostraba mas y mas, sabiendo lo excitado que estaba poniéndose. Mientras tanto en la red aparecían innumerables imágenes de sexo ya que la página que le había pedido mirar contenía fotos de lo más calientes. En ese mismo momento me percaté como el bulto de Ramón estaba super hinchado, ni hablar como estaba yo, así que hice algo mucho más atrevido, empecé a depilarme entre las piernas, por la cara interna de mis muslos. Yo sabía que aunque él no me mirara directamente, sus ojos se dirigían a mi entrepierna que para entonces ya debía verse bastante bien. La toalla ayudó aún más y se descolocó un poco quedando a la vista todo mi sexo. La cara que puso Ramón cuando lo vió, era inexplicable, sus ojos brillaban y estaban apuntando directamente a mi coñito. Yo sin nada de pudor y viendo que su miembro, estaba a punto de estallar le dije con voz inocente:

- ¿Me puedes ayudar ?

- Yooo... esto, ¿como? - el pobre ya no sabía que responder..

- Si hombre, que si me puedes ayudar que yo no me veo bien...

No tardó un segundo en ponerse en pie para a continuación arrodillarse frente a mi chocho y esparcir la espuma de afeitar por mis ingles. Tomó la máquina y empezó a rasurarme suavemente mientras sus dedos se apoyaban por donde podían, cuando en alguna oportunidad aquellos dedos rozaban los labios de mi chochito, un gusto increíble me invadía y cuando rozaron mi clítoris hizo que me pusiera a 1000. Yo empezaba a sentir como mi sexo se mojaba y segregaba fluidos debido a la excitación. Con mi pie y como si fuera accidentalmente, me puse a rozar suavemente la dura tranca de Ramón que por cierto yo me imaginaba entre mis labios.

Ramón estaba excitadísimo, igual que yo, los dos nos estabamos tocando, parecía como un juego inocente, no se sentía una sola palabra, solo nuestros gemidos y nuestras respiraciones entrecortadas

Mientras Ramón hacia excelentemente su trabajo, yo procuraba hacer el mío y mientras me apoyaba en su cabeza con mis dos manos, con mi pie seguía jugueteando en su más que endurecida verga. Nos tocamos durante un largo rato, cuando de repente Ramón apretó su bulto contra mi pie, más enérgicamente y tras soltar un gran gemido, se empezó a notar como se mojaba una buena parte de su pantalón, debido a que había acabado gracias a mis masajes.

En ese momento yo estaba que explotaba de calentura, miré hacia mi conchita y ví que él la había rasurado por completo, entonces me dijo:

- No te voy a dejar sin limpiar todo esto.....

Paso una toalla humeda por mi sexo, hasta limpiarlo bien, y luego comenzó a lamerlo sin darme tiempo a reaccionar, tragando todos mis jugos mas íntimos y reconociendo mi sabor a perra en celo, el contacto de su lengua en mi sexo hacía que yo estuviera en el cielo, la forma como este hombre se comía todo sin dejar nada sin chupar era perfecto, pero esto ya había ido demasiado lejos, así que tome fuerzas de donde no había, le separé de mi sexo agarrando fuertemente de su pelo y le dije que me tenía que ir, él se quedó perplejo y con la cara de sorprendido que tenía, me decía:

- No te gusta, lo hago mal...???

- No, para nada, lo haces perfecto, pero esto se fue de mi control.....

- Mira ya estoy empalmado de nuevo, no la quieres....????

- No, basta, no lo hagas mas difícil, yo estoy muy cachonda pero....pero me tengo que ir....

No sabía como hacer para terminar con aquello, por una parte mi mente me decía que no debía seguir, por el bien del estudio, pero mi chochito pensaba "al diablo la investigación"...

Ramón, en ese momento estaba empalmado como al principio y en un último intento de convencerme, saco su tranca y la puso frente a mi, se veía maravillosa, a punto de reventar, mis manos se me escapaban por agarrarla y meterla directamente en mi boca pero mi mente logró controlar aquel impulso.....

Rápidamente le dije a Ramón que se fuera, porque iban a venir mis padres a visitarme, no lo convencí, pero se vistió y tomó sus cosas muy contrariado, le acompañé hasta la puerta y le dije que en otra oportunidad lo llamaría.

Cómo sería el apuro porque se fuera para no caer en la tentación de comérmelo, que ni siquiera le pregunté cuanto le debía por el "arreglo del aparato", se fue, y cerré rápidamente la puerta. Allí me quedé apoyada unos segundos intentando controlarme, me fui corriendo donde todavía estaban las imágenes en la pantalla de mi PC, me senté y me despojé de la toalla quedando desnuda frente al monitor. Allí hice un click en uno de los videos de la página y colocando mis piernas bien abiertas sobre la mesa, comencé a acariciarme donde unos segundos antes había estado la maravillosa lengua de Ramón. Una sensación increíble de gusto me llenaba por completo y una sensación extraña recorría mis dedos al tocarme y verme totalmente rasurada, estaba tan caliente que no era dueña de mis actos. Necesitaba urgentemente meter algo dentro de mí, sentir como la verga que se me había escapado tenía que volver, corrí a la cocina y lo primero que encontré fueron dos hermosas zanahorias. Volví a sentarme frente al monitor y comencé a jugar con aquellas verduritas, una rozaba mi clítoris y la otra mi hinchado ano. Sin dudarlo dos veces las metí a la vez una por delante y otra por detrás mientras miraba las imágenes de sexo que me rodeaban, me metí dentro mío, todo lo que tuviera forma como para satisfacer mi calentura, necesitaba un miembro duro como el de Ramón dentro de mi cuerpo, estaba tan ardiente que todo mi cuerpo sudaba, pero en vista de no poder tener algo tan rico en mi coñito, me conformé con un cepillo del pelo, el mango del secador, en fin, de todo lo que fuera para satisfacer mi concha ya que no le había permitido gozar de la gran verga de Ramón. Gemí y grité de placer durante un buen rato, hasta que un delicioso orgasmo me invadió y me hizo convulsionarme sobre la silla frente al ordenador.

Espero que Ramón me sepa perdonar, pero era necesario no sobrepasar la frontera que yo quería para continuar mi investigación. Por cierto, yo debía pensar en el siguiente plan...esta investigación se estaba poniendo muy interesante y, por cierto, muy excitante...

Marcos (mcalvagni@yahoo.com) & Lydia (lawebdelydia@gmail.com)

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