martes, 20 de marzo de 2007

(Ejercicio - Microrrelatos)

Nunca imaginé que un tren de lavado pudiera resultar el sitio más erótico-morboso del mundo. No hasta que lo probé por mi misma y todo en tan solo 6 minutos.

Minuto 0: El coche comienza a avanzar lentamente en aquel túnel mientras nuestro coche queda bañado por grandes cortinas de jabón hasta cubrirle por completo. Solo tengo que hacerle una seña a mi novio para saber que es lo que me apetece.

Minuto 1: Me despojo en un santiamén de mi camiseta, mientras él hacía lo mismo con su camisa, luego nuestros pantalones, nuestra ropa interior y como quien no quiere la cosa nos quedamos en pelotas en cuestión de segundos. Hemos batido un record.

Minuto 2: Estoy ardiendo, más si cabe cuando mi chico me muestra su duro miembro al que acudo rauda. Me agacho sobre él y me lo trago cuanto puedo. Él tiene que agarrarme del pelo porque si continúo va a correrse irremediablemente en mi boca. Le beso en el cuello mientras él, me susurra al oído "quiero follarte"

Minuto 3: Separa su asiento todo lo posible del volante y me invita a sentarme sobre él. Lo hago despacio a pesar de tener tan poco tiempo. Sostengo la punta de su dura verga entre mis dedos, la ubico a mi chochito y me dejo caer lentamente sobre ella.

Minuto 4: Estoy cabalgando velozmente, como una posesa sobre mi chico que me sostiene por la cintura, mientras el coche avanza por cada una de las fases del lavado. Su polla parece más grande que nunca dentro de mi y mi coño se cierra más, atrapándola.

Minuto 5: Él lanza un suspiro profundo y luego se tensa para soltar dentro de mi cuatro chorros potentes de su leche que noto caliente y mi orgasmo llega a continuación. Solo hay tiempo para un beso, nuestras lenguas se saludan. Vuelvo rápidamente a mi sitio.

Minuto 6: Casi con la misma rapidez nos hemos vestido aunque casi no nos ha dado tiempo para abotonarnos por completo cuando el coche llega al final del túnel.

Lydia

0 comentarios:

Subscribe to RSS Feed Follow me on Twitter!